"No sé si podré llevar a este equipo por mi calidad a Primera pero lo que tengo muy claro es que, hasta que el Oviedo no suba a Segunda B, o me muero o de aquí no me marcho", la frase es de Diego Cervero (Oviedo, 1983), ex delantero del Real Oviedo y ahora enrolado en las filas del Logroñés.
Las palabras salieron de su boca tras el intento frustrado de ascenso en la eliminatoria que enfrentó al Oviedo ante el Arteixo (3-3) en la temporada 2004-05. En aquella ronda 'Diegol' acabaría saliendo en volandas por los más de 25.000 espectadores que abarrotaban el Nuevo Tartiere y que intentaban reducir el desasosiego de su futbolista, que lloraba desconsolado en el césped tras la oportunidad perdida.
'Cervegol' consiguió ganarse un sitio en el corazón de los carbayones cuando en el año 2003 y, después de diez temporadas en la cantera astur, firmó un contrato en blanco para intentar resurgir al equipo de sus amores que deambulaba desangelado por Tercera. Tanto es así, que se temía por su desaparición. Sus goles servirían dos años después para cumplir con su frase y ascender con los asturianos a la categoría de bronce.
"Mis mejores años fueron allí. Me formaron como futbolista, me dieron la oportunidad de jugar ante más de 27.000 personas y tirar el penalti que valía el ascenso. Era de la casa, llegué a ser capitán. Fue, es y será lo máximo", recuerda nostálgico. El jugador espera que se haga realidad aquello que rezaba una pancarta del Tartiere, "algún día los hijos de tus hijos preguntarán por ellos".
En la actualidad, Cervero sigue desde Logroño -juega en la UD Logroñés- toda lo que acontece a su ex equipo. Sus problemas, sus posibles soluciones... "Lo que está ocurriendo es algo que se veía venir. La afición no está de acuerdo con el consejo y quiere un cambio", explica. Variación que puede llegar con la entrada de unos inversores mexicanos, "ahora parece que van en serio. Se necesita dinero y savia nueva".
Al delantero no le gusta el calvario que están sufriendo sus paisanos ni otros muchos conjuntos de la categoría. "La Segunda B es un pozo sin fondo. No puede haber tantos equipos que no paguen. Parece que la AFE está tomando medidas serias. Es una pena", comenta. Con todo, confía en la salvación del Oviedo. "Es imposible que desaparezca, si no lo hizo en el 2003... pero quiero ver cambios", exhorta.
Nueva etapa en La Rioja
Cervero abandonaría el club en el verano de 2009 por desavenencias con la directiva. Su destino, Logroño. "La UD Logroñés es un club atípico en Segunda B. Tenemos un presidente -Félix Revuelta- que hace dos años comenzó un proyecto muy ilusionante", comenta sobre un conjunto que paga "religiosamente". "Prefiero cobrar menos pero que sea puntualmente", matiza.
El asturiano, pese a la buena clasificación de su nuevo equipo, prefiere ser cauto. "Tenemos 29 puntos y estamos ilusionados, lo importante es estar en la lucha por el ascenso cuando queden pocas jornadas", dice un Cervero que en Logroño espera cumplir las dos aspiraciones que se propuso cuando aterrizó, "disputar el playoff y ser profesional".
Su rendimiento hasta la fecha -lleva 12 tantos en Liga y 3 en Copa del Rey- parece en la línea de los objetivos marcados. Mientras tanto, su ex equipo, el que le marcó de por vida, intentará resurgir con un nuevo cambio de dueños. Él avisa, "el Oviedo nunca desaparecerá".
Fuente: Marca
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Deja tu opinión sobre el artículo en un comentario, ¡Hala Oviedo!