El presidente del Oviedo, Alberto González, a la izquierda, junto con el vicepresidente, Ángel Martín Vaca.
La situación económica del Oviedo es cada día más crítica. El club, que apenas cuenta con ingresos corrientes, tiene que afrontar dos órdenes de embargo de la Seguridad Social y de la Agencia Tributaria.La pasada semana se conocía que el Oviedo no pudo hacer frente a las cuotas de la Seguridad Social correspondientes al último trimestre del año 2010, por lo que ya tiene una orden de embargo del organismo público por importe de 136.966,15 euros. Son las cuotas de tres meses a las que se añadirán las de enero de este año (se abonan a mes vencido), y el ingreso, alrededor de 45.000 euros, tendría que haberse efectuado en el día de ayer.
A estas cantidades se le añaden los 414.162 euros que le reclama ahora la Agencia Tributaria al Oviedo. De ellos, 408.596 euros corresponden a la deuda que tiene el club y 5.330, a intereses de demora.
El vicepresidente económico del Oviedo, Ángel Martín Vaca, no quiso ayer comentar los pormenores de la nueva deuda del club con Hacienda, aduciendo que todavía no tenía en su poder el documento.
El Oviedo firmó el 13 de diciembre de 2004 sendos convenios singulares con la Seguridad Social y la Hacienda Pública para abonar la deuda contraída con ambos organismos en diez años. Las cantidades a pagar anualmente van en función de la categoría que milite el club, partiendo de un importe mínimo, que en el caso de Hacienda está en 300.000 euros más los intereses.
Esta cantidad se debe de pagar en dos plazos, antes del 20 de agosto –al comienzo de cada temporada– y antes del 30 de junio, coincidiendo con el final de la misma.
El Oviedo no abonó a Hacienda los 150.000 euros correspondientes al pago que tenía que realizar el 20 de agosto. Además, también tiene pendientes de ingresar a la Agencia Tributaria el IRPF de los trabajadores y el IVA de varios trimestres de 2010, con lo que la deuda se disparó hasta los 408.596 euros.
El vicepresidente económico del club, Ángel Martín Vaca, reconoció que ante la imposibilidad de disponer del dinero que la Caixa debía de pagarle, 479.854 euros más otros 100.000 euros de intereses, en la fecha prevista, octubre o noviembre de 2010, lo que hizo el club «fue priorizar el pago a los trabajadores y negociar el aplazamiento de pago con los organismos públicos, algo que no se está dando al no poder ofrecer garantías».
El juez condenó a la Caixa en mayo de 2010 a pagar al Oviedo por unos ingresos indebidos que había percibido una vez iniciada la suspensión de pagos del Oviedo, en la que la entidad bancaria estaba incluida en la relación de acreedores del club.
En la sentencia, apelada ante la Audiencia Provincial, se abría la posibilidad de que el Oviedo instara su ejecución provisional para poder disponer del dinero inmediatamente, extremo al que se acogió el club azul. Sin embargo, el proceso se dilató y no fue hasta el pasado 11 de febrero, nueve meses después, cuando el secretario judicial dictaba un decreto ordenando la ejecución provisional de la sentencia.
La Caixa presentó entonces una solicitud de nulidad de las actuaciones para evitar que se realizase el pago antes de que se resuelva el recurso de apelación, previsto para el 29 de marzo, ya que teme que si el recurso le es favorable el Oviedo tenga dificultades para devolver los 600.000 euros una vez cobrados, y más teniendo en cuenta las órdenes de embargo que pesan sobre el club. El Oviedo considera, por su parte, que el proceso de ejecución provisional sigue su cauce normal, por lo que sigue confiando en esos fondos (casi 600.000 euros) como única vía para solventar los problemas de liquidez.
Actualmente el Oviedo apenas dispone de ingresos corrientes, ya que los únicos proceden del dinero que abonan los socios mensuales, los ingresos por venta de entradas, los escasos que le llegan por publicidad y los de la TPA, insuficientes para atender los gastos corrientes de la entidad con lo que la situación del club cada vez es más crítica.
Fuente: lne
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