Javi Martínez
14 de julio de 2007. La selección española sub20 se prepara para el partido de cuartos de final del Mundial de la categoría en Edmonton (Canadá) ante la República Checa. En aquel grupo había jugadores que pronto se convertirían en símbolos de sus equipos, Destacan Piqué y Mata, pero no se desentona el talento de Capel, Granero o Adrián López. Junto a ellos, el portero suplente espera con paciencia su turno. Para Javi Martínez (Tarancón, Cuenca, 1987) la sombra del madridista Adán era demasiado alargada. La derrota ante los checos supone el fin de la selección en el torneo y el cambio en la trayectoria del portero.Tras su periplo por las selecciones sub16, sub17 y sub20 a Javi Martínez le faltó ese punto de suerte necesario para llegar a la élite. El pasado verano recaló en el Oviedo, consciente de que sería complicado desbancar a Aulestia. Ahora, la quinta amarilla recibida por el vasco le concede la primera oportunidad de la temporada. El reto no le asusta. La tranquilidad es su mejor arma.
–Por fin ha llegado su oportunidad.
–Es el partido por el que he esperado todo el año. La semana se hace especial porque trabajas sabiendo que tendrás la recompensa de jugar. Así se hace más fácil trabajar.
–¿Recuerda su último partido oficial?
–Fue un Conquense - Racing B. Sería más o menos el año pasado por estas fechas y perdimos por un gol a dos. Espero poder quitarme aquel mal sabor de boca. En pretemporada jugué algún encuentro con el Gineta, de la Tercera manchega. Estaba entrenando con ellos hasta que llegara una oferta interesante,
–Y entonces le llamó el Oviedo.
–Acepté rápidamente. Vine con toda la ilusión del mundo porque el Oviedo es un grande, aunque sabía que sería complicado hacerme con un puesto de titular.
–Como rival en la portería ha tenido a Aulestia, un jugador muy querido en Oviedo.
–Es un gran portero y lleva mucho tiempo aquí. Es una pieza importante en el equipo y la gente le tiene mucho cariño. Sabía que sería difícil competir con él, pero cuando aterrizas en un nuevo equipo siempre mantienes la esperanza de gozar de minutos. Después las cosas no han salido como quería, me hubiera gustado jugar más, pero con los porteros siempre hay uno que le toca jugar menos.
–¿Cuándo Aulestia ve la amarilla se da cuenta al instante de que ha llegado su momento?
–No. Lo hago pasados unos minutos. Cuando el árbitro amonesta a Aulestia estoy demasiado pendiente de la roja a Negredo como para darme cuenta de esa amarilla. Es Tuero (preparador de porteros del Oviedo) el que me avisa.
–¿Cómo se definiría como portero?
–No lo sé. Con los porteros cada uno tiene su propia opinión; por ejemplo de Casillas cada uno destaca una cosa diferente.
–Pero si tuviera que destacar algo de su juego, ¿qué elegiría?
–Me quedo con la tranquilidad. Soy tranquilo tanto dentro como fuera del campo.
–No hay mucha gente que sepa que usted jugó un Mundial juvenil.
–Fue una gran experiencia. Recuerdo que Piqué y Mata eran los que más destacaban, pero también estaban Javi García, Marc Valiente, Mario Suárez... Yo estaba jugando con el Albacete en Segunda y quizás fui demasiado adelantado.
–Le faltó esa pizca de suerte para llegar más alto.
–Al final dependes de circunstancias en determinados momentos. En el Albacete las cosas se complicaron. La directiva cambió y tuve algunos problemas que me afectaron directamente. Después tuve que irme al Ceuta y al Conquense. Sigo trabajando para que cambie la suerte.
–Aún es joven, ¿espera que vuelva a pasar el tren?
–Siempre tienes la esperanza de que llegue una nueva oportunidad. Los porteros tienen una carrera más larga y mantienes la fe. Vas viendo que quedan menos oportunidades, pero ojalá pueda llegar más arriba.
–¿Cómo se encuentra en la ciudad?
–Desde el primer momento me he sentido a gusto. Pensé que el tiempo sería más frío, llueve mucho pero se lleva bien. Estaba acostumbrado a un clima más extremo. Me gusta pasear por el centro de Oviedo y, cuando puedo, hacer alguna visita por lugares de Asturias, como Lastres o Covadonga.
Fuente: lne
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