La fecha encerraba una pequeña celebración personal para Xavi Moré (Barcelona, 1982). El centrocampista del Oviedo, lesionado con una rotura del ligamento cruzado en su rodilla derecha, encontró tiempo en su ajetreada recuperación para pasarse por el chat de la edición digital de LA NUEVA ESPAÑA. Lo hizo ayudado de su muleta, una sola. Era el primer día que Moré no usaba las dos muletas que le han acompañado desde la operación. De ahí lo de la pequeña celebración.
Vistos los antecedentes, al futbolista no le extrañó la multitud de preguntas relacionadas con su recuperación. Todas acompañadas de mensajes de ánimo. «La recuperación va por el buen camino, evoluciono cada día y estoy en buenas manos con Barreto, fisioterapeuta del club», contestó el pucelano. Cinco semanas después de la lesión, el extremo mejora a pasos agigantados. Es lo normal en estos casos. «Lo duro llega entre el tercer y el cuarto mes, cuando parece que estás estancado», confesó entre pregunta y pregunta. Algunos efectos sí son perceptibles: debido a la inactividad, Moré ha perdido masa muscular en su cuádriceps derecho,
El otro frente abierto en el chat tenía que ver con las opciones del Oviedo en la Liga. «No hay que pensar en que vayan a ir mal las cosas, no seamos agoreros», defendió el centrocampista. «No concibo la palabra fracaso, se puede ascender incluso no siendo primero. Nuestra baza a favor es que jugaremos en casa contra todos los rivales directos menos el Tenerife».
En las intervenciones de Moré no faltaron las pertinentes referencias a la afición azul. «Es única, muy difícil encontrar algo así, porque _siempre está ahí, en las buenas y en las malas, y además siempre acompaña en los desplazamientos», aseveró. Los halagos también se extrapolan a la ciudad: «Me gusta mucho, es muy parecida a Valladolid. Mi mujer y yo estamos muy a gusto y agradecidos a la ciudad».
El extremo, que señala su gol en el Bernabeu con el Valladolid que eliminó a los blancos de la Copa como mejor momento de su carrera y la racha sin entrar en convocatorias del año pasado como el peor en el Oviedo, finalizó su intervención con un mensaje de optimismo para su futuro de azul: «Tengo otro año apalabrado con el club, espero que sea en Segunda. Por supuesto que me encantaría retirarme en el Oviedo, aunque aún me queda mucho fútbol por dar».
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