Este grupo empresarial ya trató en 2005 de entrar en el Oviedo, y también en el Racing de Santander. Ahora, coincidiendo con la dimisión del presidente del Oviedo, Dámaso Bances, vuelve a saltar a la palestra. De momento, el grupo, cuya cabeza más visible en España es el empresario de origen asturiano José Antonio García, ha solicitado un informe a un despacho de abogados en el que se analice la viabilidad de la operación.
José Antonio García, presidente ejecutivo de Atlante, confirmaba ayer al rotativo mexicano 'Impacto' -que pertenece además al grupo Pegaso- el interés por hacerse con el control del Oviedo. «La gente del Real Oviedo, en particular Alberto González, presidente del equipo, estuvo aquí, en Cancún, hace quince días e iniciamos una primera plática», explicó, para, a continuación, apuntar que «si hay algo, puede ser en diciembre o en junio y puede ser algo porque Alejandro Burillo (duelo del Atlante), Miguel Ángel Couchonnal (presidente del club mexicano) y un servidor lo vemos con buenos ojos». Y concretaba que se plantean mediados de 2011 como la fecha idónea para cerrar la operación.
«Las conversaciones van por buen camino, es un contacto directo», añadía García, cuyo padre nació en Asturias. Ambos, de hecho, son seguidores del equipo de la capital del Principado.
«Sería una linda aventura apostar por ella, pero vamos a esperar», añadía el presidente ejecutivo del Atlante, que no olvida que el Oviedo es «un histórico del fútbol español», a pesar de que actualmente milite en Segunda B. En cualquier caso, tanto este empresario como sus compañeros en este proyecto son conscientes de que reflotar al Oviedo requeriría una fuerte inversión.
Ésta será la segunda ocasión en la que el grupo mexicano intenta adquirir el conjunto ovetense. En la anterior, en el año 2005, con Manuel Lafuente en la presidencia, ya se mantuvieron algunos contactos. Sin embargo, en aquella oportunidad hubo dos cuestiones fundamentales que lo impidieron.
Ahora, el Ayuntamiento auspicia este cambio accionarial y ya se ha mantenido algún contacto entre los responsables del grupo Pegaso y De Lorenzo. La presencia de Pegaso permitiría a De Lorenzo olvidarse del lastre que para él supone la presencia de Alberto González en el Oviedo, al que apoyó incondicionalmente hasta hace un mes aproximadamente. Si no se produce esa compra, De Lorenzo podría ser empujado a mover ficha en busca de otros inversores.
Fuente: Marea Azul
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