Al Oviedo echa en falta un creador. El análisis efectuado al conjunto azul por los futuros responsables de la parcela deportiva no admite dudas: el mayor déficit del equipo es la ausencia de un mediocentro capaz de generar fútbol. Ricardo Rodríguez, futuro entrenador si se consuma el traspaso accionarial para el grupo Pegaso, y Antonio Castillo, director deportivo en ese caso, han alcanzado esa conclusión tras el exhaustivo seguimiento del club azul en las últimas semanas. El objetivo en el mercado invernal es tratar de resolver esta deficiencia con la llegada de un mediocentro, aunque las condiciones de negociación no son las más idóneas.
La dilación del proceso de venta, tras hacerse notorio que las acciones de Alberto González están pignoradas, ha provocado que los planes iniciales se hayan visto trastocados. Ahora mismo, Ricardo Rodríguez y Antonio Castillo manejan la posibilidad de apenas modificar el equipo. El escaso plazo existente entre el fin de las negociaciones y el cierre del mercado invernal apenas deja margen de maniobra a los futuros responsables de la parcela deportiva.
Así, la primera pieza para reforzar el equipo pasa por la llegada del deseado mediocentro. La semana pasada, Antonio Castillo se puso en contacto con Yuma, centrocampista del Rayo Vallecano, para conocer su situación contractual. La idea de los técnicos es que puede ser una interesante incorporación en el futuro, aunque no es la prioridad en estos momentos.
Yuma es un mediocentro de corte defensivo de 1,77 metros de altura criado en la cantera del Rayo Vallecano. Precisamente, en el equipo madrileño conoció a Antonio Castillo, que considera al franjirrojo un jugador interesante para el futuro proyecto azul. Yuma es un centrocampista más familiarizado con las labores defensivas que con la construcción. Sus principales cualidades son el robo y el acierto táctico, aspectos que le han llevado a actuar como central puntualmente. Su capacidad es de sobra conocida por Castillo, que vería con buenos ojos su incorporación a partir de junio.
Sin embargo, no se considera que Yuma vaya a solventar las necesidades inmediatas del Oviedo. La sensación dejada por los de José Manuel en las últimas semanas es que al equipo le cuesta un mundo trenzar jugadas de ataque. La salida en verano de dos pivotes de corte ofensivo como Curro y Rubén García no fue compensada con la llegada de ningún medio de creación, un déficit que aún arrastra el Oviedo.
El traspaso accionarial y la llegada de Ricardo Rodríguez y Castillo podría suponer, a su vez, un espaldarazo para Marc Castells. El pivote fue una petición expresa de Castillo el año pasado para el Poli Ejido, club en que rebasó la treintena de partidos y logró meterse en la liguilla de ascenso
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