domingo, 3 de abril de 2011

El Oviedo de Pacheta quiere seguir soñando

Los azules reciben al Guijuelo dispuestos a encadenar su quinta victoria y a que la cuarta plaza no sea una quimera

Pacheta hace indicaciones a su plantilla en el Requexón
Que continúe la fiesta. El sentimiento festivo que rodea al encuentro de esta tarde frente al Guijuelo es visto desde dos ópticas bien diferenciadas. En el meramente deportivo los de Pacheta pretenden que la buena dinámica de resultados en las que se ha instalado el equipo tenga continuidad ante el Guijuelo. El equipo tratará de evadirse de lo que rodea al choque. Los actos de celebración del 85.º aniversario pondrán la nota de color a una jornada en la que el oviedismo quiere seguir soñando.

Aislado del clima de euforia que rodea al equipo, los de Pacheta preparan la primera de las siete finales que les queda hasta final de año. Nadie en el vestuario azul quiere hablar abiertamente de las opciones de ascenso, pero todos saben que las posibilidades pasan por un pleno de triunfos hasta el final de la temporada.

No parece el Guijuelo el más temible de los rivales a los que deban medirse los azules de aquí al final. Los datos, sin embargo, contradicen esta teoría. En las últimas seis jornadas de Liga (las que acumula Pacheta en el banquillo) el Guijuelo ha sumado once puntos, no demasiado lejos del líder de esta clasificación, el Oviedo con 16. La reacción en las últimas semanas le ha valido al conjunto salmantino para asomar la cabeza de la zona complicada. El Guijuelo está ahora fuera de los puestos de peligro, aunque igualado con La Muela en promoción, tras su victoria frente al Sporting B.

Para lograr que la racha oviedista sume su quinto triunfo seguido, Pacheta optará una vez más por la continuidad en su once. Tan sólo la sanción de Aitor Sanz estropean los planes del entrenador. La baja del madrileño puede convertirse en un problema más grave de lo que parece a simple vista. El peso de Aitor Sanz en el equipo ha sido notable a lo largo de la temporada, pero desde que el viento sopla a favor, su importancia en el equipo ha sido básica.

Para subsanar su ausencia, Pacheta optará por una solución de su propia cosecha. Gonzalo adelantará su posición habitual de zaguero hasta el doble pivote azul. El técnico le conoce de su etapa en el Burgos y sabe que su rendimiento en esta posición puede venirle bien al equipo. «Ahora mismo creo que el de medio es su posición más natural», llegó a afirmar el técnico esta semana. El resto del equipo será el de siempre. Con Aulestia bajo los palos, ayudado en la línea defensiva por Víctor Díaz, Jorge Rodríguez, Negredo y López Ramos; con Pascual y Gonzalo como pivotes y Xavi Moré y Nano en los extremos; la batuta en ataque recaerá sobre la magia de Manu Busto y la eficacia de Rubiato.

Una victoria esta tarde unida a algún tropiezo de los equipos de la parte alta de la tabla haría que las calculadoras volvieran a funcionar. Los estudios oviedistas para alcanzar la cuarta plaza pasan por un sencillo cálculo: hay que ganar todos los partidos que restan del calendario. Un tropiezo a estas alturas, con todo el terreno perdido en lo que va de temporada significaría un castigo demasiado duro, sino el definitivo.

Con el ambiente de gala, cumpleaños azul incluido el equipo de Pacheta no piensa en otro objetivo que no sea darle continuidad al sueño azul. El Guijuelo quiere sacar tajada de un exceso de optimismo. Su racha en las últimas jornadas significa otro punto a su favor, pero el Tartiere de la era Pacheta va camino de convertirse en fortín.

Fuente: lne

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