martes, 19 de abril de 2011

La pretemporada más larga del Oviedo

Pacheta plantea la recta final del campeonato como banco de pruebas para el año que viene

Manu Busto disputa un balón ante Etxoniz
Lo de León sólo fue una pesadilla. La vuelta del Oviedo al cobijo del Tartiere fue encarada por la plantilla con el objetivo del olvidar la derrota ante la Cultural. La goleada en León sólo había sido un espejismo, repitió Pacheta durante la semana a la plantilla azul hasta llevarla al convencimiento. Ante el Zamora, el Oviedo logró convencer con similares argumentos a la parroquia azul y el visitante se convirtió en un saco de boxeo que encajó los golpes hasta desmoronarse.

Con la victoria cosechada, el Oviedo se queda sin ningún objetivo competitivo aparente con sus 46 puntos. Un simple vistazo a la tabla confirma esta sospecha. Los puestos de honor son territorio vetado para los oviedistas. Aunque no está descartada matemáticamente, la liguilla de ascenso es un objetivo irreal. El cuarto puesto está en manos del Real Unión, con 58 puntos. El conjunto vasco saca al Oviedo doce puntos, cuando quedan esos mismos en juego. Ni los más optimistas hablan ya de remontadas heroicas.

El objetivo de la Copa del Rey parece también una quimera. La competición del KO se disputa entre los cinco primeros de cada grupo (excluyendo a los filiales) y los dos mejores equipos fuera de esos puestos (ahora mismo serían el Logroñés -56 puntos- y el Ceuta -54). El Palencia, quinto, se sitúa a once puntos, en un horizonte inalcanzable.

Al menos nadie habla ya de objetivos menores. Aunque no sea un hecho matemático, la salvación sí está lograda virtualmente. El Oviedo se distancia ahora de la promoción de descenso en once puntos. La permanencia oficial podría lograrse en la próxima jornada en Mieres. Bastaría un empate en el Hermanos Antuña independientemente del resto de resultados.

Pero el que piense que la falta aparente de metas competitivas se puede traducir en conformismo se puede confundir. Al menos esa conclusión se desprende del discurso de Pacheta. Apenas unos minutos después de finalizar el choque ante el Zamora, el técnico lanzó un mensaje a modo de aviso: «El que no esté dispuesto a poner intensidad que no se suba al autobús».

El objetivo al que debe someterse el equipo azul fue descifrado por el propio técnico. «Tenemos más tiempo que nadie para planificar la temporada que viene, aunque hay que esperar al fin de la Liga para tomar las decisiones oportunas», explicó Pacheta. La epidemia de lesiones en las últimas semanas favorecen los experimentos.

Los cuatro partidos que restan en el calendario se configuran así como el banco de pruebas ideal para preparar la temporada próxima. Una campaña en la que Pacheta estará al borde la nave azul salvo que un cambio accionarial repentino afecte la configuración del club. José Manuel Martínez ya planifica la temporada próxima y cuenta con Pacheta en su proyecto. El técnico está a gusto en Oviedo y no pondrá reparos a su continuidad.

Las jornadas restantes servirán al técnico para decidir sobre la continuidad de los jugadores de la primera plantilla que terminan contrato. Caudal de Mieres (24 de abril), Osasuna Promesas (1 de mayo), Real Sociedad B (8 de mayo) y Real Unión de Irún (15 de mayo) servirán de improvisados sparrings en las probaturas azules.

Fuente: lne

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