Paco Fernández, en el partido de ida ante el Oviedo en el Carlos Tartiere
Paco Fernández consume sus vacaciones con una ilusión especial. Su descanso como director de un colegio llega en una semana crucial para su otra faceta, la de técnico del Caudal. La visita del Oviedo supone una final en las aspiraciones mierenses. Los sentimentalismos quedan a un lado. El pasado oviedista de Paco sólo supone un dato puntual antes de un partido con la trascendencia del que se disputará en el Hermanos Antuña.Con el Caudal igualado con los puestos de promoción para bajar y a un sólo punto del descenso directo, el duelo ante el Oviedo se presenta clave para los de Paco. La situación azul puede invitar al optimismo mierense, pero Paco no se fía del nuevo Oviedo de Pacheta.
-¿Cómo está el vestuario tras la victoria del domingo en El Molinón?
-Estupendamente, un triunfo así significa un subidón moral importante. Supone además el fin de una mala racha de acierto con la portería rival. Lo importante es que cuando los resultados no han acompañado hemos mantenido nuestro estilo.
-Como pronosticaba al comienzo de Liga, la salvación está muy cara.
-Es lógico. Sabíamos que costaría un mundo lograr la permanencia. Si al principio del campeonato nos dicen que a cuatro jornadas del final estaríamos en la actual situación lo hubiéramos firmado sin ninguna duda.
-La competitividad de este grupo tampoco ayuda...
-Aquí sacar los puntos cuesta un mundo. Hay jornadas en las que un equipo de abajo gana a uno de arriba y no sorprende. Los resultados suelen estar muy ajustados y muchas veces son los detalles los que decantan los partidos. En el Caudal no hemos tenido suerte con las lesiones. Nos han condicionado demasiado.
-Y ahora llega el Oviedo al Hermanos Antuña.
-Va a ser muy complicado porque el Oviedo va a más. Necesitamos traducir nuestra mayor necesidad de puntos en más intensidad sobre el campo, porque ellos tienen mucha calidad para resolver el partido en cualquier momento.
-¿Prefiere un Oviedo con los deberes hechos o puede ser un arma de doble filo?
-Es difícil de pronosticar. Algunos pensarán que es el mejor momento para enfrentarnos a ellos porque no se juegan aparentemente nada, pero últimamente atraviesa el mejor momento de la temporada.
-Justo desde que llegó Pacheta. ¿Qué le parece el nuevo Oviedo?
-Ahora juega de una manera más práctica, pelea todos los balones en las disputas y se aproxima más al límite del reglamento. Con Pacheta, el Oviedo juega con una marcha más y, al calor de los resultados, parece que es lo que necesitaba el equipo.
-Muchos apuntan ahora que el juego más efectivo es el único válido en este grupo.
-Todo es relativo. El año pasado con Pichi Lucas el equipo jugó liguilla y tenía más el balón. José Manuel también imprimió más intensidad pero sin los mismos resultados... Al final lo que decide es el acierto ante la portería.
- ¿No cree que el miedo al grupo vasco tiene algo de mito?
-El equipo más vasco, por así decirlo, es el Lemona. Alavés y Real Unión, por ejemplo, son equipos muy buenos que juegan de una forma más atractiva. En este grupo se puede jugar al fútbol. Los filiales lo hacen y alguno de ellos está arriba. El Mirandés es más práctico y posiblemente el equipo más fuerte del grupo.
-¿Quién iba a decir a comienzo de temporada que el Oviedo estaría tan lejos de la liguilla de ascenso a estas alturas?
-Es extraño porque el Oviedo siempre tiene que luchar por estar arriba. Todo lo que no sea meterse entre los cuatro primeros es una decepción. La trayectoria del equipo se ha resentido por la falta de gol en algunas fases y por no enganchar una dinámica positiva al principio de temporada.
-Con su pasado en el Oviedo, ¿se plantea volver alguna vez al club como entrenador?
-Me planteo las cosas como vienen. No suelo ponerme objetivos a largo plazo, trato de aprovechar lo que tengo delante. En toda mi carrera deportiva, como jugador y como entrenador, siempre he querido mejorar. Es parte del carácter competitivo. Buscas nuevos retos e ir mejorando en cada paso que das y, evidentemente, el Oviedo sería un conjunto al que aspirar. Pero insisto en que sólo pienso en lo que tengo ahora en Mieres.
-Oviedo parece una plaza complicada para cualquier entrenador. ¿Le da esa impresión?
-Si entrenas al Oviedo hay que tomárselo como un trabajo profesional. Como cualquier equipo de una capital de provincia la presión es mayor. En Zamora, Logroño o León también se trabaja condicionado. Es cierto que la masa social y la historia del Oviedo son muy diferentes y le convierte en un equipo especial en la categoría.
Fuente: lne
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