–Está siendo un gran apoyo desde el primer minuto en Oviedo.
–Su trayectoria en Primera es ejemplar. ¿Cómo se alcanza la élite del fútbol?
–Lo más complicado es que llegué a la máxima categoría con 27 años. Antes, ni siquiera pensaba que podría dedicarme al fútbol. Estoy orgulloso de que Primera sea la categoría en la que más he jugado en mi carrera futbolística. La vida me ha sonreído más de lo que merezco.
–Pero sumar 208 partidos en Primera y anotar 20 goles no es fruto de la casualidad.
–No creo en la suerte, creo en el trabajo. Y en hacerlo de la forma correcta. A mí no me pagan por trabajar mucho, sino por trabajar bien. En mi casa, hasta los 18 años se trabajaba con azada y arado. Lo que me ha transmitido mi padre desde pequeño es trabajo, lealtad y honestidad. Con este mensaje intento educar a mis hijos y transmitirlo a los futbolistas.
–Su pasión antes del fútbol fue la carpintería. ¿Tradición familiar?
–No, fue por pura pasión. No había ningún antecedente en mi familia. Estudié cinco años para carpintero mientras jugaba al fútbol en Tercera. Siempre me apasionó el fútbol, pero me sentía en la obligación de abrir otras vías por si el fútbol no era lo mío. Después continué mi formación con el curso de entrenador, el de director deportivo y las diplomaturas de quiromasaje y osteopatía.
–Además durante dos años fue maestro en un instituto de Santo Domingo de la Calzada, en La Rioja. ¿Es una labor parecida a la de entrenador?
–Sin ninguna duda. Son dos trabajos muy similares. El fútbol es comparable no sólo a la educación, también a la empresa privada. He trabajado en una empresa y hay conceptos que pueden aplicarse en los dos ámbitos.
–Jugador, ojeador, director deportivo y entrenador. Ha tocado casi todos los palos del fútbol, ¿con cuál se queda?
–Con el de entrenador. Como jugador sientes emociones inexplicables, pero sólo me brillan los ojos cuando me hablan de entrenar.
–Se define como un entrenador con inquietudes.
–Le doy muchas vueltas a todo. En el fútbol hay que analizar todos sus elementos.
–¿Tan importante es la estrategia en el fútbol actual?
–Como ya dije la semana pasada, si el 50 por ciento de los goles son de estrategia igual habría que entrenar la mitad del tiempo esta especialidad. La estrategia es el momento en que todos los equipos meten más gente en el área rival. Exceptuando el Barça, que lo hace sin necesidad de esperar a las jugadas a balón parado. En una jugada elaborada llegan cuatro jugadores al área, mientras que en la estrategia metes seis. Hay que aprovechar ese factor.
–En una reciente charla afirmó que no entendía por qué en el fútbol no se podían hacer cambios continuamente como en el balonmano.
–¿Y por qué no puedo disponer de todos mis jugadores en el banquillo como se hace en los Mundiales? Es algo que no entiendo. Ante el Eibar podía haberme acordado de Castells o de Gonzalo, que han trabajado como animales y los tuve que dejar en casa. Durante los ensayos puedo contar con todos mis actores y llega el domingo, empieza la obra de teatro y no puedo disponer de ellos. No es comprensible, se condiciona el trabajo del entrenador.
–¿Tiene alguna propuesta más?
–Sé que muchas ideas son sólo utopías, difíciles de llevar a cabo, pero es bueno darle vueltas a las cosas y buscar soluciones. Por ejemplo, soy defensor de aplicar las nuevas tecnologías al fútbol. ¿Por qué no se puede usar una célula fotoeléctrica detrás de la portería para decidir si un balón entra? ¿Cómo puede marcar un gol Inglaterra en un Mundial y que no se lo den? No me entra en la cabeza.
–¿Cuál es el mejor futbolista al que se ha enfrentado?
–Me asombró jugar contra Schuster. Fue en un partido de pretemporada contra el Atlético de Madrid y me llamó la atención cómo se puede ser el mejor sin correr mucho. Aquel partido me enseñó muchas cosas.
–¿Y el compañero que más aprecia?
–Pochettino (contesta sin dejar acabar la pregunta). También Jaime. Pochettino es un fenómeno, será muy bueno en todo lo que haga en la vida.
–Todo jugador tiene un entrenador que le marca. ¿Le ocurre a usted también?
–El mejor entrenador que he tenido es Marcelo Bielsa, un personaje especial, distinto a todo lo demás. El que más me ha marcado es Camacho.
–¿Cuál es el mejor equipo que ha visto en su vida?
–El actual Barça, aunque el «Dream Team» de Cruyff también me impresionó. La diferencia es que no sé lo que es correr detrás de Iniesta y no llegar ni a darle una patada, pero sí sé lo que es perseguir a Guardiola. Siempre llegabas cuando había soltado el balón.
–¿A quién le hubiera dado el «Balón de oro»?
–El mejor es Xavi. No es el que más goles mete ni el más rápido o guapo, pero es el más listo. Cuando Xavi se acabe, se va a jugar a otra cosa.
Fuente: lne
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