Toño García busca inversores para el Oviedo en Miami

El empresario mexicano mantiene contactos con un fondo de inversión estadounidense antes de presentar una oferta a Alberto González

José Antonio García no se rinde. El empresario mexicano de ascendencia asturiana vuelve a la carga en su empeño de hacerse con el control del Oviedo. Toño García inició ayer en Miami los contactos con gestores de un importante fondo de inversión norteamericano para presentar una oferta por el paquete accionarial de Alberto González. Como en el caso del grupo Pegaso, los inversores situarían a Toño García al frente de la gestión en el club azul.

Apenas diez días después de la ruptura de las negociaciones entre el grupo Pegaso y Alberto González, José Antonio García ha abierto un nuevo frente en su empeño de entrar en el Oviedo. Tras explorar varias opciones en México, Toño García decidió viajar ayer a Miami para presentar su proyecto a los gestores de un fondo de inversión en el que participan renombrados deportistas profesionales norteamericanos. García entró en contacto con el fondo a través de Pablo González de Linera, abogado del despacho de Garrigues, en Oviedo.

La primera toma de contacto sirvió, según el abogado asturiano, para sentar las bases de la oferta que Toño García presentará a Alberto González, que a través de la empresa Control Sport Siglo XXII controla el 38,17 por ciento de las acciones del Oviedo. García mantiene hasta el día 15 de febrero una opción de compra, aunque las condiciones en esta nueva operación pueden variar respecto a las que se pusieron sobre la mesa durante más de un mes de conversaciones con Pegaso. En un primer momento, Alejandro Burillo, dueño de Pegaso, dio el visto bueno a las pretensiones de González, que pidió dos millones de euros.

El proceso de compra se encalló al conocerse que el Banco Pastor tenía pignorados un millón de euros del paquete accionarial de González. A partir de ese momento, sólo el empeño de Toño García mantuvo viva la operación, hasta que fue descartada tras unos informes desfavorables de especialistas del grupo, que la consideraban demasiado arriesgada. «Para el Grupo Pegaso, las acciones del Oviedo no valen nada», declaró Toño García a LA NUEVA ESPAÑA tras confirmarse la ruptura.

Ya en aquel momento, el presidente ejecutivo del Atlante mostró su disposición a buscar otros inversores y presentar una nueva oferta a Alberto González. Aunque pactó una opción de compra que vence el 15 de febrero, José Antonio García se marcó el objetivo de entrar a gestionar el Oviedo en mayo, para planificar la próxima temporada.

La alternativa del fondo de inversión norteamericano ya surgió en plenas conversaciones Pegaso-Alberto González, como valor añadido en el proyecto de llevar lo más rápidamente posible al Oviedo a Primera División. Uno de los objetivos de estas entidades, especialmente en los Estados Unidos, es la adquisición de entidades deportivas en unas condiciones económicas ventajosas para potenciarlas y vender su participación, con el beneficio correspondiente. Así ha ocurrido con algún club de la Liga profesional de béisbol, y de fútbol en países de Sudamérica.

Para estas entidades, generalmente ligadas a grandes bancos, el mercado futbolístico español puede resultar interesante, como ha ocurrido recientemente con la compra de clubes de Primera División como el Málaga y el Racing de Santander. En el caso del Oviedo, el fondo de inversión norteamericano podría hacerse con la mayoría por un precio relativamente bajo, para volcarse en el aspecto deportivo, gestionado por Toño García.

A última hora de la noche en España, media tarde en Miami, José Antonio García tenía previsto mantener una nueva reunión con los gestores que representan al fondo de inversión estadounidense.

Fuente: LNE