Xavi Moré golpea el balón en el segundo tanto del Oviedo en el Hermanos Antuña
De pronto, el cañón del Oviedo reposa en la pierna derecha de Xavi Moré. Han bastado dos semanas para ver la transformación del catalán. De fino extremo, temido por su desborde y asistencias de gol, Moré ha pasado a desenvolverse con una contundencia digna de los mejores arietes.El gol hace dos jornadas contra el Zamora advirtió de su capacidad de golpeo. El tanto ante el Caudal significó la confirmación definitiva. «Son dos buenos tantos, pero me quedo con el del Caudal. Es más espectacular», defiende Moré. «Es más, es el más bonito que he hecho con la camiseta del Oviedo», añade tras unos segundos de reflexión.
El paso de las horas le da tiempo para analizar el gol. «Como ocurrió la semana pasada, vi que Perona se desmarcaba y me la pedía, pero tengo confianza y decidí jugármela», declara. «Confianza» es precisamente la palabra que mejor define el juego del Oviedo en esta recta final de campeonato. «No practicamos un juego demasiado vistoso, pero creemos en lo que hacemos. Estamos volviendo a la senda del comienzo de Pacheta en el banquillo. La afición está con nosotros y eso nos reengancha a la competición, aunque no nos juguemos ningún objetivo deportivo», asegura.
La racha desde que el entrenador burgalés se hizo con las riendas es espectacular. Sumar 23 puntos de 30 posibles a estas alturas no está al alcance de muchos. «En la clasificación, desde que llegó Pacheta, ¿seríamos líderes no?», pregunta Moré para ensalzar la marca. Al extremo sólo le falla el matiz de que el Oviedo estaría igualado con el Mirandés, con la misma renta en las últimas diez jornadas.
El buen sabor de boca al final de campaña puede tener más consecuencias de lo esperado. Una gran parte de la plantilla azul termina contrato el próximo 30 de junio y los últimos encuentros suponen una reválida para mostrar sus condiciones. «Me encantaría seguir otro año en Oviedo», confiesa Moré, cuyo contrato expira al final del año. «Nadie del club se ha puesto en contacto conmigo para hablar del tema, pero es lógico en Segunda B. En Oviedo estoy muy a gusto y más aún con este final de año tan positivo».
Faena en Mieres
Pero aunque resulte curioso, no todo fueron felicitaciones a la victoria azul. El estado de necesidad del vecino Caudal podía significar un descenso de intensidad en los azules, actitud descartada en los primeros minutos del partido. «Durante la semana aparecieron muchos comentarios en este sentido y en el vestuario estábamos sorprendidos. ¿Cómo nos vamos a dejar ganar?», se pregunta Moré.
«Pacheta nos lo dijo claramente: si perdemos, dirán que nos vendimos. El Caudal es un rival amigo y deseo que se salve, pero esto es fútbol profesional. Nadie puede regalar los puntos», sentencia el extremo.
Fuente: lne
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